25 de noviembre de 2024
Cómo la izquierda de Uruguay planea redirigir el país tras la victoria de Orsi en las elecciones presidenciales
En su primer discurso luego de conocidos los resultados electorales, el presidente electo agradeció a “todos y todas que hicieron esta campaña en la que logramos nada menos que el triunfo”
El abanderado del Frente Amplio dijo que “triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad y también de la fraternidad” y manifestó su respeto por su rival de la coalición oficialista, Álvaro Delgado.
El opositor admitió a The Associated Press que la reñida contienda electoral le dio mariposas “en el estómago, en la cabeza y todo”, pero que empezará a trabajar de inmediato para dar forma a su gobierno, que asumirá el 1 de marzo de 2025.
Tras brindar su discurso ante la multitud, Orsi se adentró en las dependencias del hotel NH Columbia rodeado de amigos, compañeros políticos y su círculo más cercano, con quienes compartía, entre sonrisas, abrazos y fotos, momentos de relajación y festejos.
La victoria de Orsi convertiría a la pequeña nación sudamericana en el último país en darle la espalda a un partido en el poder en este año electoral histórico en el que los votantes frustrados por el malestar económico castigaron a los partidos gobernantes de todo el mundo, desde Estados Unidos y Gran Bretaña hasta Corea del Sur y Japón.En ese marco, aseguró que “a partir de mañana” empezará a trabajar para implementar un gobierno que buscará la unidad nacional.
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez el diálogo nacional, que construya una sociedad y un país mas integrado”, aseguró. “No hay futuro si le ponemos un muro a las ideas”.“Hoy es la victoria de la militancia del pueblo, hay mucha gente que sigue por debajo de la línea de la pobreza y hay que invertir en salud, en políticas sociales, en la educación. El pueblo se lo merece”, dijo a AP la docente Carina Rodríguez.
Delgado, por su parte, siguió el conteo desde la sede del Partido Nacional en la capital uruguaya, en donde imperó el silencio tras las primeras aproximaciones de cuatro encuestadoras privadas.Unos 2,7 millones de uruguayos fueron llamados a votar en estos comicios marcados por la moderación de las propuestas y la tranquilidad de la política uruguaya, considerada una de las democracias más estables y consolidadas de América Latina.
En la primera vuelta, celebrada el pasado 27 de octubre, el Frente Amplio de Orsi había logrado un 44% de los votos frente al 26,8% obtenido por Delgado.Orsi, de 57 años y heredero del histórico José “Pepe” Mujica, confió en la fortaleza del Frente Amplio para devolverle el poder a la izquierda tras cinco años de ausencia. Delgado, por su lado, apeló a la buena imagen de Lacalle Pou para convencer a los electores sobre la permanencia de la gestión. El candidato fue secretario de la presidencia.
Con 20 años de experiencia política, Orsi hizo hincapié en su promesa de gobernar con una izquierda renovada, centrada en la redistribución de los ingresos para impulsar el crecimiento económico. Asimismo, propuso incentivos para revitalizar las actividades esenciales del país como la agropecuaria, la industria, el turismo y los pequeños negocios, además de haber adoptado un discurso más amigable hacia los mercados.Delgado, un veterinario de 55 años y con larga trayectoria en el Partido Nacional, trató de catapultar su cercanía con el mandatario saliente e insistió en ser la cara de la “continuidad”.
A diferencia de años anteriores, la campaña electoral estuvo marcada por una inusual apatía del electorado. Para la etapa final de la carrera ambos contendientes contaron con apoyos de peso. Tanto Mujica como Lacalle Pou ocuparon un rol protagónico a favor de sus respectivos ahijados políticos.
“Uruguay es un país pequeño pero se ha ganado un reconocimiento de ser estable, de tener una ciudadanía que respeta las formalidades institucionales. No es poca cosa en nuestra pobre y golpeada América Latina”, expresó a los periodistas. “Los jóvenes sean conscientes de eso. Costó muchísimo aprender y generar eso”.