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20 de octubre de 2024

El crudo testimonio de una mujer rescatada por Israel tras estar 10 años secuestrada por ISIS y Hamas: “Me obligaron a comer carne de bebés”

A sus 21 años, Fawzia Amin Sido recuerda solo el quince por ciento de lo vivido durante la última década. “Necesita mucho tiempo para recuperarse de su terrible experiencia y procesar su trauma”, asegura su abogada

>Fawzia Amin Sido, una joven yazidí, fue rescatada de su cautiverio en Gaza por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en una operación conjunta con la embajada de Estados Unidos. Fawzia, quien fue secuestrada a los 11 años por el Estado Islámico (ISIS), ha vivido una década de horror, primero bajo el yugo de ISIS y luego como prisionera de Hamás. Según informó The Sun, Fawzia fue liberada y regresó con su familia en Sinjar, al norte de Irak.

Fawzia fue vendida y comprada cinco veces por combatientes de ISIS, y sufrió abusos físicos y sexuales. A los 15 años, ya había dado a luz a dos hijos. En 2018, tras la caída de ISIS en Siria, fue trasladada al campamento de Al-Hawl, donde vivió bajo la opresión de las mujeres del ISIS, quienes la obligaron a trabajar para ellas.

En 2020, Fawzia fue llevada a Gaza con un pasaporte falso. Allí, bajo el régimen de Hamas, fue tratada como una esclava y mantenida prácticamente prisionera en su hogar. Fawzia relató que los hospitales en Gaza eran utilizados como bases por los combatientes de Hamás, y que fue obligada a trabajar en uno de ellos.

Fawzia, asegura que ambos grupos terroristas tienen métodos similares de brutalidad: “No hay diferencia” entre ellos, afirma.

Los primeros años de su secuestro por ISIS estuvieron marcados por el terror y la violencia indescriptible. Fawzia narró cómo ella y otros en cautiverio fueron forzados a consumir carne humana en Tal Afar, un episodio que dejó una cicatriz emocional profunda en todas las víctimas. “La carne era de los bebés,” dijo a The Sun, confesando el horror indescriptible que enfrentaron al ser obligados a tales atrocidades.

Alan Duncan, quien habló intensamente con Fawzia, relató cómo él y otros trabajaron diligentemente para asegurar su rescate: “Había momentos en que ella había perdido la esperanza de ser libre algún día.” Sus esfuerzos finalmente dieron fruto, permitiendo que la voz de Fawzia se escuchara a nivel internacional. The Sun menciona que activistas y diversos grupos coordinaron una operación secreta que les permitiera liberarla de su lugar de confinamiento en una de las zonas más peligrosas del mundo.

Durante su cautiverio en Siria y posteriormente bajo el régimen de Hamas en Gaza, Fawzia fue vendida repetidamente a diferentes captores, uno de los cuales, un militante palestino, abusó de ella y la forzó a formar una familia. “Era una madre devota de sus dos hijos,” comenta respecto a la resiliencia de Fawzia a pesar de su juventud e inexperiencia.

Duncan, que ha investigado profundamente los delitos de ISIS, se refirió a Fawzia como una sobreviviente con esperanzas de reconstruir su vida, a pesar de las adversidades enfrentadas, ahora ella puede finalmente respirar un aire de libertad, incluso mientras el miedo persiste en su vida cotidiana. La joven yazidí desea reconstruir su vida fuera de Irak, buscando un futuro lejos del escenario de sus tragedias.

La operación de rescate de Fawzia fue compleja y arriesgada, involucrando a varias autoridades internacionales. Sin embargo, Hamás emitió una declaración falsa afirmando que Fawzia vivía voluntariamente en Gaza y que solo quería irse debido a la guerra. Fawzia desmintió estas afirmaciones, asegurando que nunca fue libre y que fue obligada a permanecer allí.

Tras su liberación, Fawzia enfrenta el desafío de reconstruir su vida. A pesar de las dificultades, Fawzia está decidida a comenzar de nuevo, aunque sabe que su futuro no estará en Irak.

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