El orgullo de Cinthia Fernández por sus hijas: el fútbol como herencia y los desafíos de la familia ensamblada
Mientras Charis, Bella y Francesca brillan con sus habilidades deportivas, su madre documenta con humor y admiración su crecimiento, y refleja su nueva vida junto a Roberto Castillo
>En el universo siempre vibrante de las redes sociales,
Sus tres pequeñas, Charis, Bella y Francesca, fruto de su relación con el exfutbolista En las últimas publicaciones de la bailarina, sus hijas tomaron protagonismo en escenas que revelan su pasión por el deporte. A pesar de que el campeonato en el que participaban ya terminó, las pequeñas no dejaron de entrenar, acompañadas incluso por “Entrenamiento extra post campeonato”, escribió Cinthia junto a un video donde las niñas realizan ejercicios técnicos en la cancha. Y, fiel a su estilo, agregó una frase que mezcló humor y complicidad: “Entrenan todos menos la que graba”. Este tipo de publicaciones no solo muestra la evolución deportiva de las niñas, sino que también refuerza la narrativa de una familia que encuentra en el deporte un punto de unión y crecimiento.La participación de Roberto Castillo, sin embargo, no pasó inadvertida. En una de las publicaciones, una seguidora le preguntó: “¿El que jugaba a la pelota con tus niñas era tu novio? Un crack total”. Con su característico tono espontáneo, ella respondió: “¡Viste lo que juega! Todo armadito con el traje y lo tiene guardado el talento. No se le puede ganar a nada”, expresó, con un emoji de carcajada.Pero no todo fue sencillo en la vida de Cinthia Fernández. Por años, su relación con Matías Defederico estuvo marcada por intensos conflictos mediáticos y judiciales, particularmente en torno a la cuota alimentaria de las niñas. Este enfrentamiento, que muchas veces pareció un campo de batalla público, finalmente llegó a un acuerdo hace unos meses, brindando a ambas partes una tregua.La dedicación deportiva de las niñas parece ser un reflejo de los valores que su madre les inculca: trabajo duro, pasión y compromiso. Cada entrenamiento, cada partido, es una oportunidad para celebrar sus logros y también para construir recuerdos familiares. Y aunque las pequeñas claramente heredaron el talento de su padre, su madre es el motor que mantiene todo en marcha.
Más allá de las canchas, el fútbol ha sido una metáfora para la familia de Cinthia: un espacio donde se enfrentan desafíos, se celebran triunfos y se construyen lazos. En las palabras de la influencer, se percibe el amor incondicional que define su maternidad, pero también el deseo de que sus hijas encuentren en el deporte una herramienta para forjar su propio camino.