Lunes
17 de Febrero de 2025
11 de octubre de 2024
Cuáles son las razones por las que la Academia no ha reconocido aún algunas contribuciones a la ciencia que han ampliado el entendimiento humano y han cambiado la perspectiva en áreas como genética y biología humana
El tratamiento de la obesidad ha dado un giro dramático en los últimos años gracias al desarrollo de medicamentos basados en la hormona GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). Estos fármacos, como el semaglutide, no solo reducen el apetito, sino que también mejoran el control de la glucosa en sangre, lo que los convierte en herramientas cruciales para el manejo de la diabetes tipo 2.
El avance de estos tratamientos ha sido tan importante que tres de sus pioneros —Svetlana Mojsov, Dr. Joel Habener y Lotte Bjerre Knudsen— ganaron en 2024 el Premio Lasker-DeBakey de Investigación Clínica, considerado un indicador de futuros Nobel. Sin embargo, la Academia Sueca aún no les ha concedido este honor.La inteligencia artificial (IA) está redefiniendo las fronteras del conocimiento científico, y en ningún campo ha sido más evidente que en la biología con el desarrollo de AlphaFold. Este programa, desarrollado por Demis Hassabis y John Jumper de Google DeepMind, ha revolucionado la forma en que los científicos entienden las estructuras proteicas.
AlphaFold utiliza IA para predecir las formas tridimensionales de las proteínas a partir de sus secuencias de aminoácidos, un proceso que antes tomaba años de investigación experimental. En 2021, la publicación clave sobre AlphaFold fue citada más de 13.000 veces, lo que lo convierte en uno de los trabajos científicos más influyentes en la historia reciente.El cuerpo humano es hogar de trillones de microorganismos, colectivamente conocidos como microbioma humano, que juegan un papel fundamental en la salud y el bienestar. En las últimas dos décadas, el campo ha florecido gracias a los avances en la secuenciación genética, permitiendo a los científicos explorar cómo estos microbios influyen en todo, desde la digestión hasta el sistema inmunológico.
El Dr. Jeffrey Gordon, de la Universidad de Washington en St. Louis, es uno de los pioneros en el estudio del microbioma intestinal y de cómo este afecta la desnutrición en los niños. Sus investigaciones han sido fundamentales para desarrollar intervenciones alimentarias que mejoran la salud intestinal y combaten la desnutrición en casi 200 millones de niños a nivel mundial.En la década de 1970, Mary-Claire King, genetista de la Universidad de Washington, revolucionó la forma en que entendemos el cáncer de mama y el de ovario al identificar la mutación del gen BRCA1. Su descubrimiento, que tomó 17 años de investigación, permitió desarrollar pruebas genéticas que hoy ayudan a identificar a mujeres con mayor riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.
Gracias a su trabajo, muchas mujeres pueden optar por cirugías preventivas y otros tratamientos que reducen drásticamente sus probabilidades de sufrir cáncer. El descubrimiento de King transformó el campo de la oncología y salvó miles de vidas, sin embargo, ella aún no ha recibido un Premio Nobel.