20 de noviembre de 2024
Tenía 14 años: un ladrón la hizo adicta a las pastillas y la violó en hoteles de Liniers
Leonardo C., también adicto, con una larga historia de causas e internaciones, fue condenado a ocho años de prisión. Su descargo, el relato de su víctima y la figura que eligió la Justicia para el veredicto
Cotejaron su identidad: la chica en el taxi tenía 14 años.
Leonardo había conocido a C. en la rampa de skate de la calle Manuela Pedraza en Núñez. Una amiga de la chica, menor de edad, fue quien los presentó a fines de 2022; esa misma noche en la que se conocieron, según el relato de esa menor, hicieron un trío en un hotel de Núñez.
En mayo último, la historia entre Leonardo y C. llegó a su fin. El hombre de Lugano fue condenado a ocho años de cárcel por el Tribunal N°24, integrado por el juez Marcelo Alvero, no solo por los intentos de hurto agravados , sino también por los abusos sexuales ocurridos en esos hoteles. También, prohibió que Leonardo se acerque a la víctima o a su familia. Su condena vencerá el 5 de mayo de 2031. Según el relato de la menor, evaluado por psicólogos, Leonardo la introdujo al consumo del tramadol, del que el hombre de Villa Lugano era capaz de consumir “40 pastillas” en un día.
Según la acusación, Leonardo C. violó a la joven “aprovechándose de la inmadurez sexual de la menor, en al menos tres oportunidades, en el lapso comprendido entre el mes de enero del año 2023 y el mes de mayo del año 2023, en el interior de una habitación de un hotel ubicado en el barrio de Liniers de esta ciudad (frente a la Avenida General Paz), en circunstancias en que ambos se encontraban residiendo en el mismo”. Allí, vivió junto a la menor de edad durante al menos dos meses.C. fue analizada por la Unidad de Violencia Familiar del Hospital de Niños Pedro Elizalde. Allí, reveló cómo Leonardo la introdujo en el consumo de opioides, además de cocaína. Relato escenas de la vida callejera, de cómo simulaban vender perfumes para salir a robar y así sostener el hábito de su violador. Repitió, en varias ocasiones, que su relación era consentida.
Los expertos que analizaron su testimonio sostienen lo contrario.“La niña describió una relación sexo afectiva consentida, naturalizó el vínculo asimétrico. Estaba inmersa en un contexto de vulnerabilidad, inmersa en un concepto de violencia o abandono, por el que se fue de su casa. Había una conflictiva anterior. Todas estas son condiciones subjetivas. El consumo es vulnerabilidad, y puede ser condicionante para el consentimiento. Es una adolescente, había una diferencia importante de edad, existía una asimetría, una diferencia de poder, más allá de la voluntariedad que ella refiere. Todo esto puede afectar la situación más allá que diga “yo quise o yo quiero”.
Con el tiempo, el padre de C. recibió un link con un video: allí, podía verse a su hija teniendo sexo con Leonardo C.