3 de diciembre de 2024
La crisis económica que Vladimir Putin no puede ocultar: fuerte disputa entre grandes empresarios y el Banco Central
La desaceleración de la economía rusa amenaza con desbordar el control del Kremlin, mientras los líderes industriales acusan a Nabiullina de asfixiar la economía en su intento de controlar la inflación
Las tensiones entre el Banco Central y los industriales no se limitan a los informes de los economistas. La Unión Rusa de Industriales y Empresarios (R.S.P.P.) también ha expresado su frustración, revelando que un 36% de sus miembros no pudieron cobrar a sus clientes en el tercer trimestre del año, un incremento significativo respecto al año anterior. En un informe filtrado a los medios, la R.S.P.P. sugirió que el Banco Central debería coordinar sus políticas con el gobierno, un llamado que subraya el creciente conflicto por la autonomía de la institución.
“Está claro que si eres un empresario en Rusia que no fabrica, por ejemplo, misiles balísticos, entonces estás pasando por un momento difícil”, dijo Alexander Kolyandr, un experto en economía rusa del Centro de Análisis de Políticas Europeas, a The New York Times.La caída del rublo, impulsada por las sanciones estadounidenses a los bancos rusos, ha contribuido a la inflación, aumentando aún más los costos de las importaciones y debilitando la efectividad de las medidas de Nabiullina. A pesar de estos desafíos, algunos economistas consideran que la economía rusa no colapsará en el futuro cercano. Los salarios reales continúan superando la inflación, mejorando el nivel de vida de los ciudadanos, lo que mitiga el impacto de la desaceleración económica sobre la población general.
“Estoy convencida de que es al revés: hoy debemos valorar la estabilidad como nunca antes”, añadió la presidenta del Banco Central.
El gobierno, por su parte, sigue contando con diversas fuentes de financiamiento, como el aumento de impuestos a las empresas y las personas adineradas, además de recurrir a su fondo soberano. Sin embargo, los expertos advierten que el modelo económico a corto plazo impulsado por el Kremlin podría tener consecuencias a largo plazo, ya que la élite empresarial está priorizando ganancias inmediatas en lugar de inversiones sostenibles, lo que podría socavar la estabilidad económica futura del país.