Domingo
19 de Enero de 2025
28 de diciembre de 2024
Los trágicos acontecimientos ocurridos la semana pasada han provocado un gran debate en el gigante latinoamericano
Con una extensa red de carreteras y un gran flujo de camiones pesados, especialmente en las regiones productoras de granito del norte de Minas Gerais, los accidentes graves en esta región son frecuentes. Como denunció Thyrso Guilarducci, especialista en seguridad vial, al sitio brasileño de noticias G1, “el transporte de estas cargas implica normativas específicas, como sujeciones más seguras, pero sigue habiendo muchos incidentes de frenazos bruscos y adelantamientos peligrosos”. Según el experto, la BR-116 adolece de “problemas estructurales y una supervisión insuficiente”. Por ello, debería duplicarse la calzada y contar con un sistema de radar fiable. Según el G1, en el mismo tramo donde se produjo el accidente, algunos radares habían sido retirados recientemente porque su documentación había caducado. “Hay veces que los radares no funcionan por cuestiones burocráticas o por falta de licitaciones. Esto compromete la seguridad y aumenta los riesgos en las carreteras”, dijo Guilarducci.
Al día siguiente del accidente de Minas Gerais, se derrumbó el puente entre Maranhão y Tocantins. Paradójicamente, el incidente fue filmado en directo por un joven concejal municipal que llevaba tiempo denunciando grietas en la construcción. En el video que se hizo viral en las redes sociales, se puede ver cómo el asfalto empieza a desmoronarse hasta que la estructura, construida en 1961, se derrumba. Nueve personas siguen desaparecidas y la búsqueda ha sido lenta y se ha paralizado porque tres de los camiones caídos contenían sustancias tóxicas: 76 toneladas de ácido sulfúrico y 22.000 litros de pesticidas agrícolas. No fue hasta el jueves cuando Caco Graça, responsable de Emergencia Medioambiental de la Secretaría de Medio Ambiente de Maranhao (Sema), declaró que los contenedores, a pesar de haber caído al agua, permanecían intactos y que el riesgo de fuga era mínimo, de ahí la reanudación del trabajo de los buzos.En un editorial titulado “El puente y el Estado que gasta mucho pero invierte poco”, el diario brasileño Folha de São Paulo escribe que “el derrumbe del puente demuestra la escasez de fondos públicos para infraestructuras nacionales, que deben depender más del sector privado”. Según el diario, “la gran expansión de las prestaciones sociales, laborales y asistenciales en las últimas décadas ha reducido el espacio presupuestario para la inversión pública, que no superó el 2,6% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023″. Y aunque el Gobierno dice estar en contra de la privatización y las concesiones, según Folha de São Paulo, “el Estado apenas consigue preservar lo que ya ha instalado”. Hasta 597 puentes gestionados por el DNIT, el departamento encargado de las carreteras federales, se encuentran en mal estado, al igual que el puente derrumbado. Otros 130 se consideran en un estado crítico aún peor. Representan el 12,5% del total nacional.Según informa Diogo Schelp en el sitio de noticias brasileño Gazeta do Povo, el jefe del DNIT a cargo del puente, Renan Bezerra de Melo, fue detenido en 2017 por la PF en el marco de la Operación Ápia “que investigaba fraudes en licitaciones y contratos de construcción con sospechas de malversación de más de 200 millones de reales (61 millones de dólares al cambio de 2017) del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)”. En la época, de Melo era superintendente de la Agencia de Transportes, Obras e Infraestructuras (AGETO). “En 2020, el juez federal a cargo del caso decidió sobreseer la causa penal y remitirla al Tribunal Electoral, entendiendo que el dinero supuestamente desviado sería utilizado para financiar ilegalmente campañas electorales. El caso está ahora en el Tribunal Regional Electoral de Tocantins y Renan Bezerra de Melo, actual superintendente del DNIT de Tocantins, sigue siendo uno de los acusados”, escribe Schelp.
En cuanto al tiroteo en la BR-040, la carretera Washington Luís, en el estado de Rio de Janeiro, según el testimonio de Alexandre Rangel, padre de la joven gravemente herida, Juliana, la Policía Rodoviaria Federal (PRF) habría empezado a disparar a mansalva a pesar de haber dado el visto bueno para que su coche pasara el puesto de control. Los disparos pillaron por sorpresa a la familia que viajaba en el coche, hasta el punto de que el padre de la joven llegó a pensar que los policías eran delincuentes disfrazados de agentes. Se abrió una investigación sobre el caso y los policías implicados han sido suspendidos por el momento. Pero esta historia ha levantado polémica sobre la seguridad de los ciudadanos que viajan por las carreteras y la preparación de la PRF, especialmente en relación con la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) para la Seguridad Pública que se debate estos días en el Supremo Tribunal Federal (STF), pero también en relación con el decreto que Lula firmó en Nochebuena y que regula el uso de la fuerza por parte de la policía.En cuanto al decreto firmado por Lula en Nochebuena, estipula que los cuerpos policiales solo deben recurrir a la fuerza como último recurso. La medida fue promulgada por el presidente tras la oleada de abusos de la Policía Militar registrados en los estados de San Pablo y Bahía. El decreto también establece que no es legítimo utilizar armas de fuego contra personas que huyan desarmadas o que no supongan un riesgo inmediato de muerte o lesiones para los trabajadores de seguridad pública. También se desaconsejan las armas de fuego en el caso de vehículos que violen los controles policiales en la vía pública, excepto cuando el acto suponga un riesgo de muerte o lesiones para los trabajadores de seguridad pública o terceros. Sin embargo, muchos critican esta nueva medida porque haría “más osados” a los criminales. Entre los detractores está Sandro Avelar, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Seguridad Pública. “El gobierno federal debe tomar conciencia de la realidad de cada uno de los estados y de cuál es realmente el problema. Esta medida intimida a las instituciones y hace que los criminales sean cada vez más osados. La gran perdedora, una vez más, es la sociedad”, dijo Avelar.
Muchos gobernadores ya prometen recurrir al Supremo Tribunal Federal (STF). Ibaneis Rocha, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), gobernador del Distrito Federal (DF), donde se encuentra la capital del país, Brasilia, calificó la medida de “injerencia del gobierno federal en la autonomía de los estados y del DF”. Ronaldo Caiado, del partido Unión Brasil y gobernador del estado de Goiás, declaró que este decreto concede mayor “libertad de acción” a los criminales y “promueve el empobrecimiento de las fuerzas policiales”. Su homólogo en el estado de Rio de Janeiro, Cláudio Castro, del Partido Liberal, el PL del ex presidente Jair Bolsonaro, afirmó que “los criminales han recibido un regalo de Navidad. Ahora, para usar armas de fuego, la policía estatal tendrá que pedir permiso a los burócratas de turno en Brasilia”, dijo. El propio Castro había pedido el año pasado la intervención de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, un cuerpo interfuerzas proporcionado por el gobierno federal para hacer frente a situaciones críticas. Según datos del Ministerio de Justicia, en un año de operaciones en Rio de Janeiro, hasta octubre de este año, la Fuerza Nacional sólo había incautado un arma y 10.000 paquetes de cigarrillos.En medio del debate institucional, los ciudadanos empiezan a tomarse la justicia por su mano, llegando incluso a atropellar a ladrones que bloquean el tráfico para robar motos a los conductores, como se vio hace unos días en San Pablo. Además, según una encuesta de Datafolha publicada el pasado domingo, el 51% de los brasileños afirma tener más miedo que confianza en la policía.