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29 de diciembre de 2024

Detrás de cámara: Shawn Levy y Jon M. Chu revelan los desafíos detrás de Deadpool y Wicked

Convocados por Variety, los directores explican cómo enfrentaron desafíos técnicos y narrativos en sus proyectos más ambiciosos

>“Recuerdo haber pensado: ‘¡Está sucediendo. Todos mis sueños se están haciendo realidad!’. Luego te das cuenta de que no hay líneas rectas en estas carreras. Es un ir y venir constante que te lleva a lugares sorprendentes”, confiesa Estos dos grandes nombres de Hollywood, Chu y Levy, se sentaron a conversar para reflexionar sobre sus trayectorias personales y profesionales para la revista Variety.

Pese a sus impresionantes currículums, Levy, conocido por éxitos como Stranger Things y la reciente Deadpool & Wolverine, y Chu, quien sorprendió al mundo con Crazy Rich Asians, no esconden las dificultades detrás de su éxito.

El camino hacia el éxito para Chu y Levy estuvo marcado por inseguridades y desafíos personales que, lejos de ser un obstáculo, se convirtieron en una fuente de creatividad.

“Parte de mi inseguridad era que yo quería ser un director, no un director asiático”, confiesa Chu, quien ha hecho de la representación cultural un elemento central de su obra. Sin embargo, en sus inicios, esas etiquetas lo hicieron sentir fuera de lugar en un mundo que valoraba historias más oscuras y violentas.

Levy, en cambio, enfrentó inseguridades que surgieron de una infancia difícil. “Crecí en un hogar de padres divorciados con una madre alcohólica. Era como: ‘Quiero construir la vida que deseo vivir’”, comparte. Ese deseo de superar sus circunstancias moldeó su visión como director, algo que se refleja en sus proyectos.

“En Stranger Things -sigue- se trata de un grupo de personas que dudan de su valía, que se encuentran entre sí y descubren superpoderes en la conexión con los demás. Mucho de lo que hago es aspiracional, es sobre alcanzar ese sueño“.

“Cuando haces una película, inevitablemente hay una parte de ti que termina en el personaje o la historia”. Para ambos cineastas, las dudas no solo los impulsaron a crear, sino que les permitieron conectar emocionalmente con el público.

“Es en esos momentos en que te preguntas si eres suficiente, cuando surge la verdadera magia”, asegura Chu. Levy coincide: “Muchos de nuestros personajes luchan con las mismas cosas que nosotros: dudas, inseguridades, la sensación de no pertenecer. Pero eso es lo que los hace humanos”.

Para Levy y Chu, el cine es mucho más que entretenimiento; es una experiencia cultural que conecta profundamente con las audiencias. “Una gran película se convierte, si tienes suerte, en un recuerdo para toda la vida”, afirma Levy. Para Chu, el impacto del cine también radica en su capacidad para representar comunidades.

Levy, quien ha trabajado tanto en streaming como en cine, señala una diferencia importante entre ambos formatos: el cine tiene un impacto cultural único.

Chu coincide, especialmente al hablar de Wicked: “Esta es nuestra oportunidad de mostrar por qué debería existir el cine. Era como, ‘Este es Oz’. Una de las paletas cinematográficas más icónicas en cuanto a color, forma y diseño, y tenemos la oportunidad de bailar en eso”.

El 2024 representa un momento decisivo para ambos, quienes lideran los proyectos más grandes y complejos de sus carreras. Chu tiene la tarea monumental de adaptar Wicked, el icónico musical de Broadway, mientras Levy incursiona en el Universo Cinematográfico de Marvel con Deadpool & Wolverine.

Levy, por su parte, enfrentó un reto diferente con Deadpool & Wolverine. “La gente asumió que la presión sería ‘Oh, es mi primera película de Marvel’”, comenta.

Ambos directores destacan las decisiones técnicas y narrativas que hicieron únicas a sus producciones. En Wicked, Chu optó por grabar las voces en vivo, lo que añadió autenticidad: “Es un 99% grabado en vivo en el set. Teníamos un pianista en vivo cada día”.

A pesar de sus diferencias de género, ambos proyectos comparten la ambición de contar historias humanas a gran escala, con Levy diciendo: “Estas películas son nuestras más grandes hasta la fecha en cuanto a complejidad, escala, expectativas, presupuesto”.

Para ambos, el cine es mucho más que un medio de entretenimiento; es una herramienta poderosa para sembrar esperanza y conexión en un mundo donde el cinismo parece prevalecer.

Para Chu, Wicked es una metáfora de la lucha por pertenecer y encontrar valor en un mundo que rechaza a quienes son diferentes. En Deadpool & Wolverine, Levy busca un balance entre el humor irreverente de la franquicia y temas universales como la redención y la amistad.

En un momento donde el entretenimiento digital puede sentirse efímero, ambos directores apuestan por historias que toquen el corazón de las personas, los inspiren y los hagan sentir menos solos. “Queremos hacer películas que se queden en la gente”, concluye Levy.

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