Miercoles
5 de Febrero de 2025
3 de febrero de 2025
Al estallar la Segunda Guerra Mundial el pintor español huyó de París y se instaló en Royan. Los obras de esa época pueden verse en la nueva muestra del Museo Picasso
La idea de esta investigación surgió a partir de una conversación de los comisarios con Bernard Ruiz-Picasso, nieto del artista malagueño y presidente del consejo ejecutivo del Museo Picasso de Málaga, ciudad del sur de España donde nació el artista.
Preocupado por el avance de la guerra, Picasso viajó rumbo a Royan, donde ya se habían instalado antes Marie-Therese Walter y la hija de ambos, Maya.
“Era como un sitio de vacaciones, y para Picasso fue un escape del clima que se vivía en París, porque la guerra no llegó a Royan hasta mucho más adelante”, añadió la comisaria.
Para McCully, Picasso “se llevó a Royan a las personas más importantes para él, todas vivían cerca y las veía cada día”, aunque, como escribió Maya en sus memorias, “cuando su padre le iba a contar un cuento, Dora se ponía celosa”.Dada la escasez de grandes lienzos y otros materiales, Picasso compró en la librería local Hachette estos cuadernos, de pequeño formato y que en realidad eran para notas, con sus páginas rayadas o cuadriculadas.
Ese carácter portátil de los cuadernos “de bolsillo” le permitía llevarlos a su habitación o a la mesa de un café al aire libre.Otros préstamos importantes para esta muestra son los cuadros Mujer peinándose (1940), procedente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, y Café en Royan (1940), del Museo Picasso de París, y también se puede observar un trozo de silla que Picasso convirtió en paleta y, finalmente, en obra de arte al firmarlo.
Por su parte, Bernard Ruiz-Picasso resaltó la “cercanía” del Museo Picasso de Málaga con otros centros de investigación sobre el artista malagueño, como el Centro de Estudios Picassianos que se abrirá el 26 de marzo en París, que reunirá todos los archivos del Museo de la capital francesa.Fotos: EFE/ Daniel Pérez y archivo.