Martes 27 de Mayo de 2025

Hoy es Martes 27 de Mayo de 2025 y son las 18:57 -

27 de mayo de 2025

Importación particular de autos: cuánto costará la operación y por qué todavía no es posible hacerlo

Parte de la reforma de la Ley Nacional de Tránsito incluye la simplificación de trámites para homologar autos importados y permitir que un ciudadano pueda traer un auto por su cuenta. Pro y contras de tiempo y costos

>El sector automotor argentino sigue esperando que desde la Secretaria de Industria y Comercio se emita la reglamentación que permita que todos los autos importados que lleguen al país puedan ser homologados de manera casi automática, dependiendo su origen y características técnicas.

Esa simplificación propuesta desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que encabeza Federico Sturzenegger es parte de la profunda reforma a la Ley Nacional de Tránsito 24.449, que se publicó en el decreto 196/2025 de marzo, por el cual, además de bajar costos y tiempos para los importadores oficiales, también permitirá que personas físicas importen un vehículo gracias a la simplificación de la homologación.

De hecho, muchos de los importadores que ya tienen asignados los cupos de la primera licitación están esperando esa reglamentación técnica para poder despachar los autos desde el país de origen, lo que terminará retrasando la disponibilidad en el mercado. Otros fueron por la vía convencional y homologaron los nuevos modelos con los costos y trámites vigentes.

El trámite, en la teoría, se debería hacer en el INTI, donde se obtendrá el equivalente a la Licencia de Homologación de Modelo (LCM) que tienen que obtener los importadores oficiales y fábricas locales, y que en el nuevo esquema de la Ley de Tránsito se llama Certificado de Seguridad Vehicular (CSV).

En el caso de los autos que no se venden en la Argentina, la única manera de homologarlos es conseguir la especificación del modelo en el país donde se compra o del propio fabricante. Si esa documentación indica que es un vehículo que cumple con las normas internacionales que el Gobierno declaró como apropiadas para hacer una homologación automática, ese trámite debería ser relativamente simple.

“Hay personas que siguen pensando que los fabricantes nos llenamos de plata con cada auto que vendemos. No es cierto. El margen que se toma un importador varía entre el 15% y el 30%, porque de ahí se pagan todos sus costos, que van desde impuestos en adelante, pasando por salarios, consumos, logística, publicidad, etc. Eso varía entre una automotriz, que tiene mucha mayor envergadura como compañía o un importador, que suele tener una estructura más reducida”, explicaron desde una terminal automotriz, antes de aclarar que después de descontar todos esos gastos, “el margen de ganancia pura que queda a la marca es entre el 6% y el 7% para los fabricantes, y probablemente sea algo más del 10% para un importador oficial”.

En el caso de los autos importados de extra zona, que son los que una persona podría intentar traer de manera particular evitando el concesionario, el detalle de costos inicia tomando la base del precio FOB, el precio del vehículo puesto en el puerto de embarque en el país de origen.

Así, un auto con un precio de USD 15.000 FOB termina costando cerca de unos USD 45.000, y si ese auto es parte del cupo que el Gobierno habilitó sin arancel de importación, el valor bajaría a unos USD 36.000.

Pero si este mismo trámite lo quisiera hacer un particular, algunos costos se reducen, como el margen de ganancia de la marca y el del concesionario, pero otros se encarecen, como el precio al que lo compra en el país de origen. Sucede que las fábricas no venden los autos a los particulares, y se deben comprar en un concesionario, con lo cual se paga un precio mayor que incluye la ganancia del fabricante y la de la agencia en la que se compra la unidad.

“La importación particular no es tan conveniente. Van a gastar mucho más dinero del que creen, pero además van a tener que hacer muchos trámites y perder mucho tiempo. Sin embargo, tienen que saber que además se pueden enfrentar a eventuales problemas de adaptación mecánica, que es lo que las marcas, automotrices e importadoras hacemos a los autos que traemos para vender en Argentina”, dijo un ejecutivo de una automotriz local.

“Un ejemplo es la puesta a punto del encendido electrónico para el combustible que venden las estaciones de servicio, y para las normas de emisiones, que acá siguen siendo Euro 5 y en Europa son Euro 6. Cada vez que importamos un auto, un año antes empezamos a probarlo en nuestros caminos y rutas. Son esos autos camuflados que se suelen verse en la calle. Lo que se hace es ponerlos a punto. Si alguien importa un auto como particular y después no funciona bien con el combustible argentino, nos va a venir a pedir que le solucionemos el problema. Lo vamos a hacer, le va a costar dinero, pero si no lo hace y después se le rompe el motor, nosotros no le damos la garantía”, explicó.

En ese caso, los problemas podrían aumentar cuando se necesite un repuesto que no se vende en Argentina, lo cual tiene dos impactos. Uno es que habrá que importar ese repuesto ante una rotura o accidente. El segundo problema es el costo del seguro del automotor, porque para una compañía que no tendrá repuestos para reponer ante un siniestro, hay dos opciones: o se cobra muy cara la póliza, de modo tal que se pueda importar la pieza para reponer; o no se asegura el vehículo contra todo riesgo sino sólo contra terceros.

COMPARTIR: