9 de diciembre de 2022
La cancillería peruana protestó por la "injerencia de México" ante el embajador azteca
"Las expresiones de las autoridades mexicanas no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes", señala el comunicado en referencia a un pedido de asilo del destituido presidente Pedro Castillo.
El gobierno de Perú rechazó este viernes las declaraciones de las autoridades mexicanas sobre la situación del país y las consideró como una injerencia en sus asuntos internos, por lo que llamó en consulta al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy.
"Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes", advierte un comunicado de la Cancillería.
El jueves, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó que Monroy se entrevistó con el ahora expresidente peruano Pedro Castillo, quien fue destituido el miércoles por el Congreso, y confirmó la solicitud de asilo hecha al país norteamericano.
Y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, llamó a que se respeten los derechos humanos de Castillo y a que se proteja a su familia, tras revelar que el exmandatario iba a solicitar asilo a su país, pero fue detenido antes de llegar a la legación mexicana en Lima.
"Con relación a las declaraciones de dichas autoridades respecto al derecho de asilo invocado por el expresidente Pedro Castillo, se señaló al embajador Monroy la necesidad de que los Estados se ciñan a las normas contenidas en los tratados internacionales vigentes sobre la materia y cumplan con todos los requisitos que los mismos establecen", reseñó la Cancillería peruana, según las agencias Sputnik y Europa Press.
Finalmente, el texto del Gobierno peruano expresa "su más amplia voluntad para continuar profundizando, en el marco del respeto mutuo y de las normas de Derecho Internacional, las tradicionales relaciones de amistad, cooperación y voluntad de integración" bilateral y destaca la proximidad d los 200 años de relaciones.
El miércoles, el Congreso de Perú destituyó a Castillo luego de que el entonces mandatario anunciara el cierre del parlamento y declarara un "Gobierno de excepción", y ayer la justicia dictó para el exmandatario siete días de prisión preventiva.
A las primeras versiones de que Castillo había sido detenido cuando iba camino a la embajada de México, le siguieron palabras del canciller Ebrard, quien dijo que el expresidente no había pedido asilo, pero que se lo estudiaría si eso pasara.
Pero López Obrador lo contradijo y reveló que sí había una solicitud de asilo. El jefe de Estado mexicano, además, fue de los pocos que atribuyó la salida de Castillo del Palacio de Pizarro a "intereses de las élites económicas y políticas" que hicieron que "desde el comienzo de la presidencia legítima se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra".