Sabado
19 de Abril de 2025
18 de abril de 2025
Desde la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata expresaron su preocupación por la modificación del Régimen de Importación de Bienes Usados, dispuesta mediante el Decreto 273/2025 del 16/04/2025. Esta norma elimina el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
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Desde la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata manifestaron su “profunda preocupación por la modificación del Régimen de Importación de Bienes Usados, dispuesta mediante el Decreto 273/2025 del 16/04/2025. Esta norma elimina el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), que constituía un filtro técnico fundamental para evitar que el país se convierta en un destino residual de tecnologías descartadas por otras economías, a la vez que protegía al sector productivo local.”
El comunicado enviado a esta redacción por parte de la CIN, indica también que “este requerimiento, necesario para importar bienes de capital usados, no prohibía su ingreso, sino que lo administraba mediante una consulta a los fabricantes nacionales sobre la viabilidad de producir ese bien en el corto plazo. Fue establecido por la Resolución 909/1994 del Ministerio de Economía, elaborada por Domingo Cavallo en un contexto de apertura comercial, con el objetivo de mitigar el impacto en las inversiones de pymes y multinacionales radicadas en el país.”
“En el caso de la Industria Naval, el CIBU -junto con otras medidas de estímulo a la inversión implementadas por distintos gobiernos permitió concretar la mayor renovación de la flota pesquera nacional de la que se tenga registro, reemplazando buques inseguros, ineficientes y poco competitivos, de hasta 60 años de antigüedad, por nuevas unidades construidas tanto en el país como en el exterior”, relata el envío.
El comunicado también exprea que “la Industria Naval demostró así su capacidad para producir embarcaciones competitivas y tecnológicamente modernas, incluso en contextos económicos adversos. En ese escenario, el sector logró generar empleo e inversiones, alcanzando récords de nuevas botaduras y reduciendo significativamente la antigüedad de la flota.
Por primera vez, además, los empresarios pesqueros comenzaron a adquirir buques nuevos importados, lo cual celebramos, ya que desde nuestra institución siempre promovimos la competencia con embarcaciones nuevas, entendiendo que es inviable competir con una industria de buques usados y de rezago.”
La CIN Mar del Plata también envió una advertencia al decir que “con gran preocupación que esta modificación del régimen abre la puerta al ingreso indiscriminado de embarcaciones y maquinaria obsoleta o en condiciones de uso inciertas, sin garantías en materia de seguridad operativa ni controles técnicos adecuados.”
“Nuestro sector ya atravesó esta situación en décadas pasadas, cuando se permitió la importación de buques usados sin criterios técnicos ni límites de antigüedad. Esto derivó en la destrucción de la que fuera la Industria Naval más desarrollada de Latinoamérica, y dotó a la flota pesquera de unidades obsoletas e ineficientes.”
Haciendo un poco de historia referida a la importación de buques, expresaron en el extenso comunicado: “Un ejemplo claro fue el Decreto 440/71, que permitió la incorporación de más de 120 buques pesqueros usados. Diez años después, el 50% de ellos estaban abandonados en los muelles y el 85% de las empresas que los habían importado había quebrado. Muchas de esas inversiones fueron oportunistas y de corto plazo, generando competencia desleal frente a quienes apostaron por la construcción de embarcaciones nuevas. Con la quiebra de esas compañías, el Estado debió invertir millones de dólares en remover la chatarra que colapsaba los puertos.”
“Algunos barcos, con más de 40 años de antigüedad, continuaron operando y fueron responsables de tragedias con pérdida de vidas humanas, como en los casos de los buques pesqueros ‘Repunte’ y ‘Rigel’”.
“La entrada en vigor de esta norma representa un grave retroceso para la industria, y expone a los fabricantes nacionales de bienes de capital a una competencia desleal con productos importados obsoletos, en un momento en que el mundo defiende sus industrias estratégicas, como es el caso de la naval.”
“Un ejemplo claro es Estados Unidos, país al que el actual gobierno argentino suele mirar como modelo. Allí rige desde hace más de un siglo el Jones Act (Ley de la Marina Mercante), que no solo prohíbe la importación de buques usados, sino también la de barcos nuevos. La Industria Naval Argentina no quiere que se prohíba la importación de buques nuevos ya que quiere poder competir con sus productos; todos entendemos que es imposible competir para cualquier industria contra bienes importados usados.
Este decreto argentino va en sentido contrario a las políticas industrialistas norteamericanas, y parece más acorde a países sin desarrollo industrial, como Nigeria, Angola o Namibia.
Así, la norma genera una desventaja competitiva para los fabricantes locales que invierten en tecnología, empleo calificado e innovación. En lugar de promover la modernización productiva mediante la industria nacional, esta flexibilización consolida la dependencia tecnológica y afecta a toda la cadena de valor, particularmente al entramado pyme, histórico motor de empleo y valor agregado.
Creemos firmemente en la necesidad de fomentar una competitividad genuina, basada en innovación, tecnología y producción nacional. Un crecimiento sostenible no puede basarse en el reemplazo de producción local por equipamiento descartado por otras economías.
Las instituciones y referentes del sector hemos presentado propuestas superadoras a este decreto ante las autoridades competentes. Estas iniciativas buscan resguardar la seguridad de los usuarios, la competitividad pyme y el desarrollo industrial argentino, y podrían servir como base para revisar esta decisión.
Las propuestas incluyen un sistema ágil y transparente de evaluación previa, basado en: 1. Existencia o no de producción nacional del bien a importar. 2. Antigüedad, condición estructural y operativa del buque. 3. Compatibilidad con normas de seguridad, emisiones y equipamiento mínimo.
Reiteramos nuestra vocación de diálogo técnico e institucional, como ha sido históricamente nuestra práctica, para colaborar en la construcción de un marco regulatorio equilibrado que proteja el interés general y potencie la capacidad productiva nacional”, finaliza el comunicado de prensa.http://www.phantom.net.ar