7 de noviembre de 2022
Pintar el mundo a través del deporte
El periodismo deportivo es un género informativo que despierta pasiones y vocaciones en todas las disciplinas y soportes. Télam habló con distintos referentes de la actividad para reflexionar sobre la actualidad de una profesión que trasciende a lo que sucede en un campo de juego.
Cada 7 de noviembre se celebra en Argentina el Día del Periodista Deportivo, un género informativo que despierta pasiones y vocaciones en todas las disciplinas y soportes.
Este año, la fecha nos encuentra por primera vez en la víspera de un Mundial de Fútbol, que por disputarse en el calor extremo de Qatar debió moverse a noviembre y diciembre, en el otoño septentrional. La mayor cita del fútbol global es una instancia de consagración no sólo para los jugadores; sino también para los periodistas que tendrán en Qatar la oportunidad de cumplir sus objetivos y sueños profesionales.
“Muchos colegas pasan por esta profesión durante mucho tiempo sin la posibilidad de poder cubrir un Mundial”, comentó Fernando Bianculli, Jefe de la sección de Deportes de la Agencia Télam.
En la antesala del que será uno de los grandes desafíos de su carrera, el periodista reconoció que la preparación de la cobertura mundialista para la agencia de noticias pública “es un trabajo muy intenso, de muchas horas por día, poco descanso, de días corridos de tener que pensar en abastecer permanentemente de información a nuestro servicio en todos los formatos periodísticos”.
Al igual que para los futbolistas, la previa de los profesionales de la información es una mezcla de nervios, ansiedad y expectativa: “Tiene un costado estresante, pero más allá de eso no hay que dejar de vivirlo con mucha felicidad y orgullo –reconoció Bianculli–. Profesionalmente, tener esa chance es una oportunidad única y hay que vivirla con alegría, con mucho compromiso y tratando de estar a la altura”.
En el caso de Télam, con la responsabilidad de ser el insumo básico para los medios locales: “Nosotros seguimos conservando nuestro rol de ser proveedor de información, un mayorista de noticias para el resto de los medios, pensando especialmente en aquellos con menores posibilidades, que no tienen chances económicas ni de ser acreditados en un evento de esta naturaleza”, agregó Bianculli. “Sabemos que para esos medios chicos, del interior y también de Buenos Aires, somos la principal fuente de información para que ellos puedan hacer una cobertura del Mundial”.
Escribir la historia de los deportes
Pero no todo es fútbol e inmediatez en el universo del periodismo deportivo. También hay lugar para indagar en la historia de otras disciplinas que no siempre tuvieron cobertura masiva.
Eduardo Puppo es el principal referente del periodismo de tenis en la Argentina, y también su historiador.
Con más de 60 coberturas de torneos Majors y una cantidad igual de series de Copa Davis en cuatro décadas de trayectoria, Puppo apuntaló su legado profesional en el año 2021 al editar la tetralogía “Historia del tenis en la Argentina”, una monumental obra en coautoría con el periodista Roberto Andersen. Los libros fueron introducidos a los pocos días en el Hall of Fame del tenis mundial con sede en Newport, Estados Unidos.
“Escribir la historia del tenis argentino no fue todo lo fácil que imaginaba –en especial al comenzar a indagar los orígenes–, ya que se trataba de un deporte elitista y acotado que no era reflejado de manera periódica por los medios”, comentó el periodista nacido en San Isidro en 1957.
Suele decirse que el periodismo es la primera versión de la historia. En el caso de Puppo, reconstruir esa primera versión lo llevó directamente hasta la intimidad de los archivos familiares de los primeros tenistas argentinos.
“La búsqueda de información familiar tarde o temprano lleva a unir los puntos”, explicó. “Hace 120 años funcionaban los álbumes de recortes que los propios jugadores armaban y eso fue crucial para escribir mis libros junto a mi colega, más veterano, que habló con esos familiares. Por último, las hemerotecas siguen siendo la base de todo y, de alguna forma u otra, siempre se llega al final del camino”.
Ese producto final terminó plasmado en el formato más antiguo y que no pierde vigencia: el libro. Mientras los hábitos de lectura se modifican en un contexto de expansión de consumos audiovisuales instantáneos, los libros sobre deportes no dejan de editarse.
“Me pasó con las revistas de tenis que hice durante tantos años, llegué a publicar 187 números y los últimos, allá por 2010, ya competían con esa inmediatez y me llevó a desistir”, recordó Puppo, quien también escribió la biografía de Guillermo Vilas.
“Pero los libros tal vez siguen gozando de un privilegio, el de estar en un hogar, en una repisa, para ser consultados o vueltos a leer. El libro deportivo, en mi caso por razones obvias, es una joya irremplazable. El lector ocasional debe ser atraído por las redes que consume, absorbido por contenido en grageas que despierten su interés. Es difícil captar al no-fanático de algún tema, por eso considero que la difusión debe ser puntual y atractiva, para que un libro de Vilas, por ejemplo, capte a quien no juega al tenis ni sepa qué hizo Guillermo. No sé cómo se consigue, pero es imperioso hacerlo", aseguró
“Las manos de todos los pibes arriba”
Si hay alguien que trascendió en las redes más allá de los fanáticos de su deporte es el relator de vóley José Montesano. Sus cantitos, muletillas y la pasión con la que acompaña a la selección, que tuvo su pico en la obtención de la medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, lo convirtieron en un fenómeno viral.
Hoy no se puede ver vóley sin compartir en Twitter o Instagram los relatos de Montesano. “Todavía me considero un aprendiz en el tema de las redes –aclaró–; es algo que me gusta porque ofrece un espacio diferente. Los relatos del vóley trascendieron, las notas del básquet trascienden, todo lo que pasa en torno a las selecciones toma otra magnitud y ni hablar de todas estas cosas que han pasado en estos últimos siete u ocho años, conmigo y con los protagonistas.”