Lunes
21 de Abril de 2025
12 de agosto de 2024
El ex defensor, alumno dilecto de Bilardo, dejó una huella por su personalidad y compromiso, al punto que jugó aquella definición ante Alemania con un brazo inmovilizado: “Pasé por un millón de cosas difíciles e iba a dejar de jugar una final del mundo por un dolor en el hombro… ¡Ni loco!”
Brown llegó a la Copa del Mundo sin club, pero recibió el respaldo de Bilardo, quien lo había adoptado como uno de sus soldados ya en Estudiantes. Por la enfermedad de Daniel Passarella, se metió en la formación titular, conformando una dupla granítica con Oscar Ruggeri. >El >“Se me metió Diego (Maradona) adelante y Burruchaga le pegó bien fuerte y con comba. Cuando empiezo a tomar carrera, lo miro a Schumacher (el arquero germano), y digo: ‘No llega’. Vengo corriendo, lo empujo a Diego y le meto el frentazo. Cuando le me meto el frentazo, ya no miro más la pelota y salgo a festejar el gol”, narró. En efecto, ante su arremetida, el capitán quedó desparramado en el área, pero igual de feliz que el autor del grito.
El “Tata” fue un ejemplo de coraje en aquella final. Porque la terminó jugando con un hombro totalmente inmovilizado, por un golpe. “Un rival me chocó, me pega acá en la articulación. En los bíceps, la articulación, tenía un dolor insoportable”, explicó.
Entonces tomó una decisión tajante: >Esa humildad lo acompañó por siempre, tal como