27 de octubre de 2024
Susana Giménez, la reina de los formatos: del súper show que bendijo Raffaella Carrá a El Festival del Chiste y Salven los millones
Los juegos y segmentos más recordados de la diva. Desde los populares más queridos, los del recuerdo y los polémicos
El boom que tuvo Raffaella en la RAI en 1985 valió que le aparezcan “clones” de su formato en toda Latinoamérica. La fórmula de juegos, invitados y llamados se replicó en México, con Verónica Castro; en Perú, con Gisela Valcárcel; y en la Argentina, la elegida fue Susana Traverso. ¿Susana Traverso? Mito o realidad se dice que la exvedette y también figura femenina de las películas de Alberto Olmedo y Jorge Porcel era la favorita del canal público para ese espacio. Giménez era resistida.
Tal vez la bendición de la estrella italiana cambió su suerte. “La Susana lo hace maravillosamente bien, entonces enhorabuena. Cuando me pidió Ovidio García si se podía hacer un programa similar al mío, le dije: ‘¿Quién lo hace? ‘Susana Giménez’. ¡Sí! ¡Benissimo! ¡Fantástica!”, rememoró la cantante de “0303456″ y “Fiesta”, entrevistada por Diego Maradona en La Noche del Diez en 2005.
En el récord Guinness quedaron los 32 millones de cartas que recibió en 1996 por “El Juego del Millón” y los llamados de la gente que hacían colapsar las precarias líneas telefónicas de finales de los 80 y dejaban sin servicio a barrios enteros. “Hace un tiempo vino a verme Ovidio García, representante de Raffaella Carrá en la Argentina y hoy productor del ciclo, junto a Jorge Torres. Me dijo que la Carrá estaba matando en Italia con Pronto, Raffaella, un programa con mucho swing, con teléfonos en directo y gran participación”, afirmó Susana en una entrevista a Clarín antes de su debut en 1987. “Siento que llegó la hora. El desafío, el salto hacia adelante. La deuda que contraje con el público debía ser pagada”, sostuvo.Cuando el programa diario exigió aires de renovación, después de cambios de horario y de emisora, que pasó del mediodía del canal estatal al ex Canal 9 Libertad para recalar en Telefe en 1992 y en su prime time en 1993, aparecieron segmentos que ponían a los famosos a jugar. Ya no era solamente el público el que participaba.Más hacia los 2000 aparecieron “Dígalo sin hablar”, el clásico Dígalo con mímica, que aún es recordado en tiempos de videos virales por toda la gestualidad de Ana María Picchio para el filme Los perros de paja. En 2007, cuando Marcelo Tinelli desde El Trece ponía con éxito a celebridades a bailar, cantar y patinar, la conductora probó con “El Circo de Susana” que tuvo como ganadora a Natalia Pastorutti y tuvo en su staff a Leticia Brédice, Juan Alberto Mateyko y Luciana Aymar.
Consciente de que su éxito era la interacción con la gente, sea con invitados famosos o con personas del otro lado del teléfono, su producción sumó formatos musicales como “Piano, Piano”, “Pequeños gigantes” con Tini Stoessel y Pablo Lescano como jurados y “Mi hombre puede” que también tuvo su versión “Mi mujer puede”.En 2001 Susana presentó “El Invencible”, luego renombrado como “El Imbatible”, uno de sus formatos más exitosos. Por aquellos años los formatos de preguntas y respuestas tenían una vuelta a la TV mundial gracias a los mercados internacionales de contenidos audiovisuales como Mipcom en Cannes: a la cabeza estaban los británicos con Quién quiere ser millonario y The Weakeast Link, o El Rival Más Débil. En medio de ese furor, la diva apostó por ese juego en su clásico show que tomaba la posta de históricos ciclos argentinos como Odol Pregunta, Tiempo de Siembra o incluso el Ping Pong de Feliz Domingo.La conductora es una fanática confesa de las trivias: en 2014 estrenó “Preguntados”, juego que dio un salto de Facebook al programa de la diva; y “Salven el Millón”, que tuvo su regreso este año después de su debut en 2013, bajo el plural de “Salven los millones”. Cosas de la devaluación.En 2009, Susana Giménez marcó un pico de 34.8 puntos con su primer programa de esa temporada: entrevistó a Shakira, presentó un musical con 30 bailarines y se inauguró el “Bababoom”, un formato que la misma diva nunca llegó a entender y su público tampoco. Un grupo de bailarinas con guantes blancos y negros escondían anillos que no debían ser encontrados por dos invitados famosos, que en el debut fueron Maru Botana y Diego Ramos. El juego tuvo cortísima vida y terminó desapareciendo.Pero hubo un formato al que la animadora le dijo que no y, parece que, su olfato no le falló. “Me habían ofrecido presentar ¿Quién es la Máscara? En Uruguay y también acá... No me pareció que fuera para mí”, reconoció ella a LAM en septiembre de 2022, mientras el programa que tenía al frente a Natalia Oreiro naufragaba en horario estelar. The Masked Singer, el formato original, venía siendo un suceso global con versiones en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Australia, Brasil, México, España y más de 25 países.
“No sé si volveré el próximo año. Extraño mi vida campestre, extraño a mis perros”, le contó a Ángel de Brito en la alfombra roja del Martín Fierro de Cine. Sin saldos con su público, Susana no parece tener más cuentas pendientes con la TV y está en paz. O quizás sí: sentarse una hora y media, dos, bajo el aire televisivo y sus reflectores, en su living gigantesco, para leer páginas y páginas de la guía telefónica, aunque ya no la editen. Ese podría ser su último gran espectáculo.