Sabado
2 de Agosto de 2025
2 de agosto de 2025
El saldo bilateral entre ingreso y egreso de divisas cambiará de signo. El primer aporte de capital aparece en septiembre de 2026 y se agrega al calendario de intereses
“Del nuevo desembolso de USD 2.100 millones, USD 801 millones se usarán para pagar los intereses de agosto. Y a partir del siguiente desembolso (programado para noviembre), estos empiezan a ser negativos. Si bien la primera amortización de capital arranca en septiembre 2026, el pago de intereses con desembolsos más chicos y más espaciados explica que para fines de 2027 el país habrá pagado USD 7.200 millones netos (contando el mismo desembolso)”, precisa al respecto el reciente informe mensual de la consultora Eco Go, que dirige la economista Marina dal Poggetto.
El informe de la consultora es previo a la aprobación que el directorio del FMI dio en la semana a la primera revisión del acuerdo con la Argentina, que habilitará un próximo desembolso de poco más de USD 2.000 millones, pero esa revisión, si bien modera el ritmo de acumulación de reservas, no cambia el cronograma de pagos y desembolsos.
Según reporta el propio FMI, la Argentina le debe unos USD 48.000 millones, que se estirarán a poco más de USD 50.000 con el nuevo envío de fondos. Los restantes desembolsos del FMI serán más modestos y espaciados: USD 1.000 millones en noviembre de este año y cuatro desembolsos de USD 700 millones cada uno en mayo y noviembre de 2026 y 2027. Pero en septiembre del año próximo a los pagos de intereses empezarán a sumarse los de capital; el momento en que la Argentina debe empezar achicar el saldo deudor.En su informe, Eco Go reseña que en abril, cuando se alcanzó el acuerdo vigente, el gobierno, a instancias del FMI, abandonó el deslizamiento (crawl) mensual del 1% del dólar oficial, en busca de dólar y tasas de interés más altas y el objetivo de acumular reservas en una banda cambiaria amplia (inicialmente de $1.000 a 1.400), con el objetivo de lograr una reducción del riesgo país que hiciera posible la refinanciación “en el mercado” de la deuda en divisas. El gobierno, sin embargo, desestimó acumular reservas, dijo que compraría solo en el piso de la banda porque –supuestamente- en flotación cambiaria no hacen falta reservas. El riesgo-país nunca bajó de 600 puntos y para hacerse de dólares el gobierno colocó bonos en pesos a no residentes que pagaron en dólares, política que luego chocó con el aumento de las tasas de interés. En definitiva, la acumulación de dólares sigue siendo un problema, como reconocieron el gobierno y el FMI al dispensar esa meta en la primera revisión y relajarla para el resto del plazo del programa.Esa demanda estuvo abastecida por una liquidación récord de exportaciones (USD 8.000 millones promedio por mes), en gran medida del campo, y por financiamiento privado.